Vive

Sin importar lo que digan los demás, el qué dirán, la edad, el físico, lo "correcto" o lo que la gente pueda pensar.

El resto de personas que opinan sobre tu vida no van a vivirla con la misma intensidad que tú lo estás haciendo, no van a sentir lo mismo que tú cuando estés haciendo  lo que te gusta, aquello que te hace feliz, que te mueve algo por dentro. 

Ellos no van a saber la emoción que sientes tú, los nervios, las ganas y todo el esfuerzo que supone lo que estás haciendo. Sólo tú sabes lo que cuesta lograrlo. 

Por eso no puedes dejar de hacer algo por lo que el resto de la gente opine o pueda pensar, ni siquiera por vergüenza o miedo. Si no te arriesgas, nunca conseguirás ser feliz, sentirte realizado, sentirte realmente lleno. 

Y no sólo hay que practicar aquello que te gusta sin importar el qué dirán. También hay que abrir la mente a cosas que desconoces, aprender, formarte e informarte, compartir tus experiencias con el resto del mundo y hacer que sumen algo a tu vida. Cada persona con la que te cruces en el camino puede aportar algo positivo a tu vida. Puede que te enseñen una lección o simplemente puede que aprendas con qué tipo de personas no quieres compartir tu vida, pero siempre puedes sacar un aprendizaje. Sólo tienes que encontrar la parte positiva de cada una de las personas y situaciones con las que te encuentres. 

Por eso, VIVE. Pero vive para ti. Sin hacerle daño a nadie, pero para ti. 

Vive sin privarte de las sensaciones y emociones de tu alrededor por el miedo o la vergüenza. Vive sabiendo lo que quieres, lo que te gusta y lo que te hace feliz, y sobre todo, no pienses las cosas negativas que puedan venir, sino en las positivas, ya que una amiga una vez me dijo "lo bueno llama a lo bueno", y llevaba razón.