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Mostrando entradas de noviembre, 2015

Reseña - Eleanor & Park

Resumen: Las vidas de Elanor y Park se cruzan una mañana en el autobús del Instituto, cuando la pelirroja sube y el único asiento libre es el que queda al lado del chico con rasgos asiáticos. Eleanor vive con su madre, su padrastro alcohólico y sus cuatro hermanos menores con los que comparte un minúsculo dormitorio. En realidad todo en su casa es minúsculo. Por otro lado Park vive en una gran casa con sus padres y su hermano pequeño y tiene un equipo de música que le encantaría tener a Eleanor.   Aparentemente sus mundos no tienen nada en común, por lo que ellos tampoco tienen ningún motivo para entablar una conversación y empezar a hacerse amigos, pero un comic y la música de Park hacen que sus mundos se acerquen y que ellos empiecen a tener relación. A partir de ese momento, su relación va haciéndose más fuerte, su amistad va creciendo y dejan de importarles si el resto del autobús les mira o no por acercarse el uno al otro, aunque a Park le cuesta un poco más de tiem

Un nuevo plan

Entonces... Todas esas risas, los mensajes, las veces que quedamos...¿fueron sólo porque te aburrías?¿Sólo porque no tenías otro plan? Ahora el plan lo hago yo: Va a haber más noches de copas, más tardes de juegos, más maratones de películas, más días de atención, más risas y más sentimiento.  Habrá más gente, más viajes y más experiencias, más amigos y más que amigos, más corazón y menos remordimientos.  Habrá más pasión, más entrega y menos reproches, más diversión, más energía, ganas y amor.  Ahora el mejor plan lo tengo yo.  Y tú no formas parte de él. 

Mi película favorita

Pellizcaste mi mejilla, jugando como siempre. Aunque tú no sabías que tus juegos sin maldad hacían crecer mi ilusión, hacían que no me pudiese quitar esa sonrisa tonta de la cara en todo el día. Me costaba horrores disimularla, pero nadie lo podía notar.  De repente me sorprendí dando vueltas a mi anillo sin parar. Estaba nerviosa, aunque no sabía por qué.  O más bien no quería saberlo.  Estabas sentado a mi lado, tal vez inconscientemente, tan vez sin darle mayor importancia, tal vez sin ni siquiera mirarme... Y las luces se apagaron. La película empezaba y yo ya sabía que apenas me iba a enterar. Notaba, en el silencio de la sala mi respiración, mis latidos, tus carcajadas, mis latidos, tus sustos, mis latidos...Te notaba a ti, a mi lado, brazo con brazo. Demasiado cerca como para no reaccionar.  La película continuaba, ajena a mis pensamientos. Tus carcajadas rompieron la película que yo estaba viendo dentro de mi cabeza. Y no pude evitar mirarte y quedarme en

Flechazo en el banco.

Aquella mañana, en el banco… Eras tú, lo sé porque nunca podré olvidar esa sonrisa que iluminó la oficina en cuanto pasaste por la puerta. Camiseta negra, vaqueros desgastados, botas y unas gafas de sol que escondían los ojos marrones más bonitos que he visto en mi vida. Tenías prisa y lo hacías notar. No parabas de moverte, de mirar el reloj y de comprobar la hora en el móvil. Te llamaron un par de veces mientras esperabas y tú cada vez te impacientabas más. Por mi parte, yo quería que no llegase tu turno para poder seguir contemplándote. Para poder mirarte una vez más, deseando que tú me mirases también y poder conectar de algún modo contigo. Pero no lo hiciste. Llegó tu turno y pagaste la inscripción de tu hijo de 3 años en la escuela de natación. Cuando estabas sacando el dinero llegó tu novia, y entonces quise que no me mirases, que no vieses la decepción en mi mirada. Que no vieses que existía. Y os fuisteis. Cogidos de la mano. Deshaciéndoos en carantoñas que qu

Nuestro rincón en el parque

Nuestra primera cita. ¿Dónde iba a ser? En el parque que hay cerca de tu casa y cerca de la mía. Ese lugar, con el muro cerca de la arboleda se convertiría en nuestro lugar. Donde íbamos a parar siempre que no sabíamos dónde ir. A ninguno nos gustan los bares así que desde un principio sabíamos que nuestra primera cita tendría que ser en un lugar como este, lleno de niños correteando y al aire libre. Esos niños que éramos nosotros dispuestos a darnos a conocer como quien intenta hacer amigos en el primer día de colegio. Tienes que estar atento a los detalles, a las miradas y a lo que no se dice, pero se deja caer. Tienes que estar alerta para poder recabar toda la información posible. Y yo lo estuve, y encontré ese defecto tuyo que no pude pasar por alto. No fue aquella tarde en el parque, sino unos días más tarde cuando empezaste a agobiarme con preguntas y más preguntas para las que yo no tenía respuesta. Empezaste a intentar controlar mi vida sin tener ningún derecho a ha