Como una película al revés.

Eres como ese amor de película con besos tan largos que sólo ven su fin cuando salen los créditos. Pero al revés.

Tú has llegado sin hacer ruido, desalojando la sala  para después convertirla en el paraíso de las emociones.

Ahora es mi turno para hacer que la historia tenga un comienzo de película, con banda sonora, pero sin guión, sin prisas ni risas enlatadas. Tampoco publicidad engañosa que crea falsas expectativas y tras la cual llegan los arrepentimientos y las decepciones.

Ahora es mi turno para hacer que merezca la pena gastar tu tiempo en esta historia.


¿Capaz o incapaz?



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